lunes, 12 de octubre de 2015

El día de la hispanidad

Este es el mapa actual de lo que hoy en día son los países hispanos, entendiendo por tales aquellos en los que se habla español como idioma (para mi el castellano es el origen del español, pero en su actual estado el idioma es mucho más amplio que el castellano).


No sólo el idioma nos une, la herencia cultural también, no sólo la influencia de España sobre la cultura americana, también hay mucha cultura de allí que se trajo aquí, desde música (los cantes de ida y vuelta del flamenco) a alimentos (batata, patata, tomate, chocolate....) pasando por palabras de orígenes indígenas que son parte del español. Esa cultura fue producto de un imperio que era mucho mayor que lo que actualmente son los países hispanos, de hecho en EEUU celebran con banderas españolas la fundación de la ciudad más antigua del país por parte de españoles, como hace poco se ha visto. Entonces, ¿por qué muchos insisten en genocidio?

Primero veamos algunos datos, bueno, un dato, uno simple y efectivo, si de verdad hubo un genocidio, ¿cómo explicar la gráfica adjunta? Si nos fijamos en los datos, y unimos con el mapa de arriba, podemos ver que los países donde más población indígena sobrevive coinciden con los países hispanoamericanos, con la excepción de Argentina y Uruguay donde después de la independencia hubo verdaderas matanzas de indígenas. Es más, en Bolivia y en Paraguay han sobrevivido los idiomas indígenas que hoy en día tienen carácter de oficiales junto al español. 

el diablo de la mina que visitamos
Otro dato que tampoco se cuenta, es que los indígenas en el imperio español tenían derecho a conservar sus leyes, sus poblaciones, todo menos la religión, que imponían la católica, aunque como podemos observar en muchas costumbres americanas actuales (he observado con mis propios ojos como en las minas de Potosí se da culto al "diablo" que es el señor de la mina y protege a los mineros que le llevan presentes, foto adjunta), los indígenas se las ingeniaron para cambiar el nombre de sus dioses por el que les imponían, pero siguiendo con sus costumbres, produciéndose un sincretismo similar al que se produjo en Europa al cristianizarse los antiguos bárbaros. 

¿Hubo una invasión? Si ¿Hubo muertos? Si ¿Fuimos los españoles más crueles o más avariciosos que otros imperios? NO. Las ciudades fundadas por los españoles en América son ejemplo claro de lo mismo que pasó en España con las invasiones de Roma y de los musulmanes, que no fuimos a saquear, si no a vivir. La mayor parte de las riquezas que se sacaban de las minas se dedicaron a construir las maravillas que todavía hoy en día se pueden ver en Potosí, desde joyas y objetos de plata y oro a pinturas y edificios. De hecho es culpa nuestra, de los hispanos americanos y europeos, que cosas como la música de la época, con muchos de los mejores compositores de todos los países de lo que entonces era el imperio, como me descubrió mi amigo Julio hace no mucho, sea desconocida, mientras compositores que habían compuesto en Europa se conozcan. Porque parte de la historia desrecordada es que en la América parte del imperio se compusieran piezas musicales de alto nivel, que no tienen nada que envidiar a la música que se estudia en Europa.

Otro dato olvidado, muchos indígenas y muchos negros lucharon al lado de los españoles cuando llegó la independencia de los países americanos, por dos motivos, primero porque al perder la protección de las leyes españolas ambos perdían su libertad, pasando a ser ciudadanos de segunda cuando no esclavos. De hecho en España no podía haber esclavos y sin embargo si que existieron en los territorios americanos, debido a las presiones que los criollos ejercían. 

Un ejemplo de lo que digo viene de antes de la independencia, en la batalla con los ingleses por Cartagena de Indias participaron negros e indígenas del lado español, en el EEUU después de la esclavitud no fue hasta la segunda guerra mundial que, casi siempre en puestos de servidumbre, no se permitió a los negros ser soldados, por que los veían inferiores. Es de lógica que los españoles no veían como inferiores a aquellos a los que confiaban la defensa de la ciudad. 

Tampoco los indígenas a los que se conquista eran pacíficos e inocentes, los aztecas masacraban a los mayas, los incas conquistaban a los diferentes pueblos de su zona, por poner dos ejemplos conocidos. De hecho parte del éxito español se debió al apoyo de los pueblos que se enfrentaban al poder imperial, justo como los romanos cuando entraron en la zona del sur del Ebro para luchar contra los cartagineses o los musulmanes que entraron en España ayudados por nobles y pobladores que no aceptaban al rey Godo.

Voy a terminar con palabras de la guía que nos enseñó la casa de la independencia en Sucre, junto a los bustos de presidentes de Bolivia, incluso de Bolivar mismo, licenciada en historia, que vino a decir que hace más de 200 años que somos independientes de España, ya es hora de dejar de culpar a otros de que vaya mal el país. Pues igualmente, hace más de 200 años que son independientes, dejemos de culparnos por haber sido un imperio, en vez de eso, alegrémonos de que hoy en día tenemos varios millones de hermanos en América.


martes, 3 de febrero de 2015

Nerón y el incendio de Roma

La tradición cristiana, basada en relatos y escritos de cien años después de su muerte, ha introducido en la historia la idea de que Nerón incendió Roma, sin embargo una búsqueda simple nos llevará a leer que hay distintas versiones, siendo las más contemporáneas las que no lo culpan del mismo.


De hecho los escritores de la época casi ni mencionan el incendio, aunque escribiesen hablando de Nerón y no todas favorablemente, quienes la mencionan cuentan una historia muy distinta a la que tenemos nosotros en la mente tras haberla visto en películas y estudiado en el colegio.

¿Por qué se le atribuye? Pues seguramente por dos razones principales, una es que quienes le sucedieron, después de su muerte hubo un periodo de inestabilidad conocido como el año de los cuatro emperadores, quisieron borrar el buen nombre que Nerón tenía entre el pueblo, más toda vía en la parte asiática del mismo. La otra es que se identifica que persiguió a los cristianos, aunque la única muestra de esto es lo escrito por quienes culpaban a Nerón o a los cristianos del incendio.

Pero vayamos a los registros históricos, Plinio el Viejo, único historiador vivo en la época que menciona el incendio, lo hace de forma superficial, Flavio Josefo (el único historiador que hace referencia a un Jesús de palestina, con varios hermanos y que los historiadores cristianos usan para dar fe de que existió) no lo menciona, ni menciona la persecución cristiana posterior claro. Tampoco Plutarco escribe sobre el incendio, y eso que tendría unos 14 años en el momento y no es muy creíble que un niño con esa edad olvidase el hecho. Por tanto, de historiadores contemporáneos no hay un registro importante. De los primeros en hablar del tema Tácito menciona que Nerón no solo no incendia Roma, si no que además ayuda a los desahuciados por el incendio, poniendo su propio dinero para alimentarlos y sus palacios para alojarlos.

Lo curioso es que, si bien en varios escritos se describe a Nerón como un déspota, todos ellos han sido posteriores y parciales, los que se escriben en su época tampoco están libres, ya que pueden querer congraciarse con el emperador. Como otras veces, las diferentes versiones de su vida la tenéis en Wikipedia, al igual que del incendio, pero es de destacar que consiguió la paz con los Partos, que fue uno de los tres emperadores que tuvo un periodo de paz en todo el imperio (pudo cumplir con la tradición y cerró las puertas del templo de Jano por ello), que por lo menos tres personas se hicieron pasar como que eran Nerón para intentar gobernar el imperio y que en partes del imperio siguió siendo admirado después de su muerte.

Por todo ello no es muy creíble que un emperador con su perfil quemase Roma, hecho que ni siquiera está probado que fuera algo extraordinario y que al menos se repitió en dos ocasiones más en la época imperial. Desde un punto de vista científico deberíamos decir, al menos, que no está demostrada su culpabilidad.